En el '800 se fundan en Crema dos prestigiosas fábricas de órganos, dirigidas por dos grandes organistas: Pacifico Inzoli (1843-1910) y Giovanni Tamburini (1857-1942). Gracias a una capacidad emprenditorial poco común, los dos "capitanes de la industria" de Crema lograron en pocos años convertir la ciudad en la capital del arte organístico. Pacifico Inzoli, en 1867, erigió en Crema el primer establecimiento italiano para la elaboración de todas las piezas del órgano y los prestigiosos instrumentos fabricados se exportaron a todo el mundo. El número es impactante y se acerca a los dos mil órganos, algunos de los cuales se encuentran en lugares famosos y prestigiosos (en Italia y en el exterior).
Actualmente, el arte organístico en Crema se mantiene todavía vivo y prospera gracias a los talleres herederos de la gran tradición. En Crema, el arte organístico muestra una importante realidad histórica y operativa aún hoy: la construcción de tubos para órganos.
Los fabricantes de órganos del cremasco, con el correr de los siglos, han sabido desarrollar una competencia única, tanto que en la ciudad se encuentra activo desde hace años el curso: "Técnico colaborador, restaurador y constructor de bienes culturales - Órganos de tubos" El curso, único en Italia, cuenta con la colaboración en calidad de docentes, de personalidades de renombre en el campo organístico a nivel europeo. Los mejores organistas ponen a disposición de los alumnos sus propias competencias, y forman, con un plan de estudio de tres años de duración, operadores expertos y capaces que encuentran oportunidades de trabajo inmediatamente. Completa el sector del arte organístico, la creación del Museo que se inaugurará en 2015, y del primer concurso para órgano città di Crema.
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